sábado, enero 10, 2009

Meses, años...


Meses, años ya. Lo que comenzó, como maravilla, avidez por compartir entre los galácticos nuestros descubrimientos, evolucionó a convertirse en un empecinado silencio. Al principio, muy lógico para poder acomodar las nuevas ideas que nos inundaban. Pero después… la costumbre, el tener que adaptarnos a nuestras nuevas vidas… los prodigios no son instantáneos.


Como dice el Maestro: “Las cosas que llegan de la oscuridad te avasallan. Lo que llega de la luz, se vuelve parte de ti poco a poco, inadvertidamente”.

Pero ya va siendo tiempo de que salgamos del letargo, no muchachos?