jueves, julio 27, 2006

La paz

Otro, soy otro. El Fran que tomó el vuelo que le llevaba a América se quedó en tierra. El Fran que llegó fue alguien que se dejaba en manos del amor, que se abandonaba completamente a hacer sus sueños realidad.

Supongo que el cambio de "realidad" me condicionó porque ya estaba cansado de la rutina. Había decidido ir a por todas, lanzarme. Quería ser feliz, aprender de lo hermoso en vez de lo trágico. Quería alcanzar la paz.

Aprendiendo a vivir me he dado cuenta de que la felicidad está en uno mismo pero que es muy difícil convencernos de ello. He tenido que rezar mucho y que abrir mucho la mente para comprender y aceptar que me lo merecía.

Gracias mi Dios, por otorgarme el privilegio de abrir los ojos y ver la vida tal y como es. Por darme la mano y besarla, por enviarme a caminar hacia la paz de mi alma. Gracias mi Dios por conocer mis sueños y hacerlos realidad.

Leiste mi alma y viste quien soy realmente, y decidiste mostrármelo y enseñarme a ser así. Potenciaste el amor en mí, tu amor.

Me colmas de tu paz y me haces sonreir. Una sonrisa eterna, de la mano de quien más amo en este universo, de quien me hace mejor persona, mejor ser humano. Tú mismo, por tu amor encarnado, me abrazas y me das la posibilidad de entregar mi vida a ella y a todos a través suya, a todo de su mano. Gracias por darme la más inmensa paz, tu incondicional amor.